miércoles, 8 de febrero de 2012

La violencia en el deporte

El deporte está presente en nuestras vidas, ya sea como estilo de vida, como ocio, o como entretenimiento. Todos vemos deportes: fútbol, baloncesto, tenis, entre muchos otros. Las personas ven el deporte como una forma de desconectar, una forma de pasar el tiempo viendo un partido de fútbol, por ejemplo. Muchas personas son fieles seguidores del deporte, ya sea de un equipo de fútbol, de un tenista o de un ciclista. Cada deporte tiene sus aficiones.


             El deporte rey, el que más masas mueve y el que mas afición tiene es el fútbol. Cada equipo tiene su afición, el jugador número doce, cuya función es apoyar y animar al equipo. El problema viene cuando estos aficionados no hacen bien su trabajo, es decir, cuando crean problemas. Los aficionados entre equipos cercanos suelen tener cierta rivalidad, rivalidad que les lleva a grandes conflictos. Estos altercados acaban, casi siempre, con heridos y el cierre temporal del estadio, si ha sido en el estadio. En agosto de 2011, los ultras del Real Betis Balompié, los “Supporters” y del Sevilla Fútbol Club, los “Biris” se citaron para pelear. Como si fuesen niños de colegio, quedaron y se agredieron mutuamente. Llevaron cadenas, palos y demás artilugios para la “batalla”. Incluso, un aficionado del bando verdiblanco atropelló a un seguidor del equipo de nervión. Estas anécdotas son las que quedan en la memoria de todos los seguidores “normales” del deporte. La pregunta es ¿es tan grande la ideología de los aficionados por un equipo de fútbol, por ejemplo, como para cometer agresiones, y a veces, agresiones mortales? Estos que se hacen llamar ultra seguidores son los que humillan al equipo al que siguen y a sus aficionados, son los que hacen que cada día se necesite más seguridad en un partido de cualquier deporte, y por supuesto, son los que ensucian la imagen del deporte.
            Un caso extremo, sucedido actualmente, ha sido la batalla entre los aficionados de los dos equipos que jugaban en Port Said, Egipto. En el conflicto han muerto 74 personas, y más de 1000 han resultado heridas. Los aficionados del equipo local asaltaron el campo, obligando a seguidores y jugadores del equipo contrario a tener que esconderse o huir. Este hecho ha causado una gran crisis, no solo en el ámbito deportivo, sino en las mentalidades de las personas, que ven como un partido de fútbol puede acabar en una gran masacre. Decenas de familias han quedado afectadas, incluso este problema ha llegado a la vida política Egipcia. Muchos culpan a la policía por no saber actuar, pero en mi opinión, la culpa la tienen los aficionados, que como he dicho antes, se hacen llamar ultra seguidores. De ser fans de un equipo de fútbol han pasado a ser asesinos.

Desde mi punto de vista, estas personas no deberían entrar más en un recinto deportivo, prohibirles la entrada de porvida. El ser aficionado de un deporte significa animar a su equipo y respetar a los demás, cosa que estas personas no hacen, ni harán nunca. Yo no los llamaría ultra seguidores, los llamaría los tumores del deporte.

Otro tipo de violencia en deporte se da entre los mismos jugadores. En el fútbol existen muchos casos. Son jugadores racistas, o que simplemente, son anormales. Este es el ejemplo del futbolista del Real Madrid, Pepe, que en sus numerosas actuaciones ha demostrado ser un buen jugador, sí, pero un jugador sucio y violento. A nadie se le borrará de la retina el pisotón en la mano a Messi o la brutalidad con la que agredió a Casquero. Sí, agredió. Lo que este jugador hizo no fue jugar sucio, fue agredir.


 Como Pepe muchos jugadores más han demostrado no tener ni una pizca de deportividad. Pero los mayores casos de violencia entre los jugadores la vemos en los jugadores de  hockey  o de rugby.
            Estamos ya demasiado malacostumbrados a ver violencia en los deportes. Las federaciones de deportes hacen campañas para intentar aumentar la deportividad en los deportes, tanto de jugadores como de aficiones, pero es inútil. Los tumores de los deportes, como los bauticé anteriormente, se encuentran en casi todos los deportes, por desgracia. Nada podemos hacer para evitar la violencia entre esos dementes. Lo único que podemos hacer es intentar no ser nunca uno de ellos, y vivir el deporte como es debido, como una forma de entretenimiento. 

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